Las mentiras de Sánchez: la inflación ya se había disparado antes de la invasión de Ucrania
«La subida del IPC no es un problema del Gobierno». Así lo ha asegurado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha mentido flagrantemente en el debate del Estado de la Nación, ya que la inflación ya se había disparado antes de la invasión rusa de Ucrania. No obstante, esta no ha sido la única mentira que ha dicho el socialista, también ha afirmado que se han recuperado los niveles económicos previos al impacto de la crisis del coronavirus.
Para desmontar las mentiras del presidente del Gobierno sólo hay que fijarse en la evolución de este indicador en el último año, que ya fue dramática, aumentando sin parar mes a mes hasta cerrar 2021 en el 6,5%, lo que convierte a España en el país con la evolución de precios más desbocada de las grandes economías de la zona euro.
Tanto es así que España lleva meses arrastrando una subida de los precios y de la energía. Lo cierto es que el incremento incesante de la inflación y la subida histórica del precio de la electricidad o de los carburantes son una realidad desde hace meses, mucho antes de que Putin comenzase a desplegar sus tropas en las frontera ucraniana. Pese a ello, Sánchez está dispuesto a que en la opinión pública cale el mensaje de que la responsabilidad de la crisis económica no es suya.
No es la primera vez que el presidente del Gobierno se aventura a realizar esta afirmación y que utiliza el argumento de la «guerra de Putin» para excusar los altos precios a los que están haciendo frente los españoles tanto en la cesta de la compra como en la factura de la luz y el gas. Mientras, la inflación en España continúa desbocada y ha superado en junio la barrera psicológica de los dos dígitos por primera vez desde abril de 1985, al dispararse el IPC un 10,2% interanual, el mismo incremento que se produjo en ese mes de hace 37 años.
El precio de la gasolina se ha convertido en otra de las grandes amenazas para el bolsillo de los españoles. El año pasado, por estas mismas fechas, el litro se pagaba a 1,2 euros y ahora ya supera los 2 euros. Pero la evolución histórica revela que el incremento ha sido prácticamente continuo desde mediados de 2020, cuando se pagaba a 1 euro. Es decir, el precio está en aumento desde mucho antes de las maniobras bélicas rusas.